Con una emocionada y reñida competencia culminó la primera temporada de Vidas Extremas, Talento Peruano. El reality de ATV, premió a la pareja formada por el actor cómico Carlos Vilchez y Carolina Larreátegui, su ahijada en este concurso.
Ella se hizo acreedora de un cheque por 28 mil nuevos soles con los que ayudará a su sobrina de 9 años quien padece de una insuficiencia renal y requiere de una atención urgente a través de diálisis.
En esta primera temporada, los concursantes pasaron por diversas pruebas entre las que figuraban la formación de su propia empresa además de un concierto en diversos puntos de la ciudad.
Historias reales
La competencia fue dura, no solo por la calidad de sus participantes, sino también por las historias de cada uno de ellos, y que sirvió para que el público se decidiera no solo por su talento propio sino también por ayudarlos a superarse.
Sin embargo, la historia de Carolina fue una de las que más conmovió al público, ya que ella entró al concurso motivada no sólo por el hecho de cantar frente al Perú, sino también por el deseo de ayudar a su sobrinita de 9 años, para quien se ha destinado los fondos en diálisis.
Pero no es su único drama, pues ella es el sostén principal de su familia al trabajar cantado en algunas peñas junto a dos de sus hijas. En su familia, apoya a sus padres y a su hermano (que padece retardo leve) trabajando con ellos como recicladores, ganando en promedio 5 soles al día.
Ahora gracias al programa, la familia puede trabajar en su propia fuente de soda y recursearse eventualmente con su oficio ecológico.
Junto a ella, la historia de Ivanhue Carpio es otra de las más conmovedoras. Él vive con su abuelita de 78 años y dos primas, una de las cuales ha dejado de estudiar la secundaria por falta de dinero. Su trabajo más importante es cantar en conciertos con orquestas digitales a donde lleva a su abuelita para ganarse algo con la venta de caramelos.
Viven en Jicamarca, ocupando un cuarto pequeño que apenas les alcanza para dormir, por eso se motivó a participar y mejorar así la vida de su familia. Su madrina de concurso fue la ágil y diestra bailarina argentina, Belén Estevez.
La última, Sandra Huallpa, fue ahijada de Karen Dejo. Ella es madre de dos niños, está casada y siempre ha tenido el sueño de cantar, viendo sus dotes para el canto del que ha hecho gala desde pequeña. Vive con sus padres, su esposo y sus hijos y ha trabajado en lo que podido.
El premio fue entregado a nombre de la financiera Crediscotia por los conductores Mariella Patriau y Álamo Pérez Luna, quienes ya han anunciado novedades para la segunda temporada.
Fuente: Generacción, Peru.com, ATV.
Imágenes: ATV.
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